Roatán 2018

Nuestras vacaciones de semana santa a lo largo de estos años las hemos celebrado con las tradiciones de nuestro país El Salvador, pero este año decidimos hacer un viaje familiar a Roatán, Honduras.

Fue un viaje "mágico" esa palabra que nos describe como pareja, Roatán es uno de nuestros lugares favoritos y es la tercera ocasión que lo visitamos juntos.


West End, Roatán, Honduras // Fotografía tomada en 2018

Cada viaje que realizamos es una colección de recuerdos que lo hacen único y especial. Haber viajado con parte de nuestra familia fue una experiencia diferente, ya que tomamos el papel de guías para mostrar lo que nosotros ya conocíamos.

El día de salida fue lunes 26 de marzo, con un recorrido de 12 horas en vehículo, desde El Salvador hasta La Ceiba, Honduras, donde nos hospedamos en un hotel para salir la mañana del martes 27 en el ferry que nos conduce hasta Roatán, llegando a la isla a las 10:00 a.m.

Nuestro itinerario de viaje comenzó por conocer la calle principal frente a nuestro hotel donde están ubicados diversos restaurantes, bares y tiendas de souvenirs. Los días miércoles y viernes caminamos hacia la playa más bonita llamada West Bay, desde donde nos hospedamos (West End), esta caminata dura por lo menos una hora y media y se camina a la orilla del mar apreciando toda la naturaleza.


West End, Roatán, Honduras // Fotografía tomada en 2018

Al llegar a esa zona practicamos snorkel, apreciando todos los sonidos del mar y observando cada belleza de las especies dentro de el como las estrellas de mar, calamardos y muchos más.


West Bay, Roatán, Honduras // Fotografía tomada en 2018

El día jueves visitamos el hotel Anthony´s Key Resort para ver el show de delfines, uno de nuestras animales favoritos. Este show es realizado en pocas ocasiones, en el cual se da a conocer las características del delfín, sus diferentes movimientos, sonidos y la interacción con sus instructores.


Anthony´s key Resort, Roatán, Honduras // Fotografía tomada en 2018

Fueron muchas experiencias compartidas, disfrutamos de las baleadas (comida típica de Honduras) en diversos restaurantes, de noche visitamos los bares que son muy populares en la zona, descansamos y nos sumergimos en nuestra aventura playera. 

Retornamos en ferry hacia La Ceiba el día Sábado 31, y recorrimos otras 12 horas hacia nuestro país. Otro viaje a nuestra cuenta... Volveríamos cada vez que sea posible. #Vitaminsea

A&M 


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